29 de abril de 2009

El agua dulce...

El agua dulce de tu río
seduce a mis venas.
En el místico y lejano horizonte
danzan las dudas.
En el siglo de las palabras,
tu presencia,
se posará en mis ojos azotándolos,
convidándome buen vino.
Sabré de la eternidad
cuando tu voz me llame,
anunciando
el regreso de las sensaciones.
El agua dulce de tu río me seduce,
seduce a mis venas...
Mi caudal de sangre,
a tu regreso,
comenzará a rodar.
del libro:"No todas las palabras"

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