12 de diciembre de 2014

EDITORIAL. 12/12/14

No me gusta cuando las cosas se terminan, uno queda desarticulado, es sacudido por una sensación de angustia, planteándose mil porqués, y llegas a la conclusión de siempre, lo que realmente jode, es el echo de que somos incapaces de comprender a la primera, que algo ya fue, que se acabó, no existe marcha atrás, por eso nos pasamos tiempo dándole vueltas a la cabeza, porque es menos doloroso intentar arreglarlo, que asumirlo.