6 de abril de 2009

Cocaina y zapatitos de tacón.

Cenicienta de cartón,
tus zapatos en la noche
adormecen soledades.
Vives prisionera,
entre las cuatro paredes
de tu mente,
intentando dar respuesta
al por qué ya no está;
Y te derrumbas
sobre espejos empañados
imitando soluciones
tu, mujer de alma esotérica,
imposible predecir
el final de la película que te inventas.
Cenicienta,
es mentira que los principes
golpean a las puertas de las doncellas,
pero tu, ingénua,
noche a noche
gramo a gramo,
taconeando en el silencio
aún esperas.

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