30 de diciembre de 2010

Hacer Balance

No soy de esas personas a las que le gusta hacer balance, es más, no se me suele dar bien, al contrario, cada vez que lo intento termino con jaqueca o con una depresión como un burro. Es por eso que este año decidí actuar como si no hubiera pasado nada, haciéndome el distraído ante el cambio de década, dejándola pasar como sin darme cuenta para que ella tampoco note que yo ando por aquí y no me obligue a hacer el balance en cuestión. Porque al fin y al cabo, a mis cuarenta años, que no son demasiados pero si los suficientes, volveré a agarrar las riendas de mi destino, con estas dos manos llenas de llagas por los tira y afloja a los que me tiene sometido la vida, pero con la ilusión de saber que al fin yo y solamente yo, seré el responsable de lo bueno y sobre todo de lo malo que me pueda acontecer y así, estoy seguro que voy a ser mucho más feliz.  Porque cuando nos sentimos dueños de nuestro futuro y artífices de las cosas que nos sucederán, las posibles sorpresas, las inquietantes e inevitables sorpresas de la vida, serán solo eso, sorpresas, hechos que acontecen como consecuencia directa de los actos que decidimos cometer y no como consecuencia de ser uno más de un rebaño manejado por los hilos de un titiritero voraz y sin escrúpulos. Yo seré por fin yo, con nombre y apellido, con número de la seguridad social, rodeado de la gente a la que quiero y que me demuestran que me quieren, alguien más tranquilo y feliz, dispuesto a vivir la vida, a partir de mañana a las doce de la noche y hasta el día en que me muera.
No quiero olvidarme de nombrar a quien dio todo por mi y hoy no está, una persona que sacrificó su vida y me entregó como legado unos valores que agradezco, ya que gracias a ella soy quien soy y veo la vida de la forma en que la veo. No te olvido, te echo mucho de menos, sos mi amiga, lo seguís siendo, gracias por todo lo que me enseñaste, feliz año nuevo para vos también mamá.

...hoy aprendí...

...que quien no pueda con su existencia, no está obligado a cargar con ella, pero, que no haga de su drama el drama de los demás... 

28 de diciembre de 2010

Caras y Caretas

Ya me aburre ver como gente con la cual solíamos tener cierta afinidad, de la noche a la mañana, se convierte en algo totalmente desconocido. Mutan de costumbres y actitud, transformándose en lo mismo que hasta ayer ellos criticaban de forma vehemente, dejan a un lado lo que eran y se colocan la careta de gilipollas integral. Porque para cambiar tan radicalmente solo cabe pensar que se es un acomplejado o acomplejado y sin personalidad. 
Cuando uno tiene claro lo que quiere y lo que tiene lo satisface, no hace falta cubrir las pocas carencias que puedan existir acomplejando al resto diciendo que lo que hasta ayer nos parecía bien hoy lo vemos ridículo y soltárselo a la cara con total impunidad, como si el nuevo yo, esa versión 2.0 del estúpido descerebrado que llevan dentro controlara su cerebro haciéndoles decir burradas sin sentido. ¿Qué te has creído?, ¿qué te hace pensar que eres mejor que el resto de mortales?, ¿hasta dónde alcanza tu estupidez?, ¿o es que acaso te hicieron una lobotomía y con ella arrastraron tu personalidad? 
Es triste, porque a la mayoría de esa gente le teníamos aprecio y ellos, tan obcecados por mostrarse distintos, se llevan por delante lo que fueron y todo aquello por lo que los queríamos a nuestro lado y ahora, que nosotros decidimos marcar distancia, con dolor, ya que nos cuesta reconocerlos, van ellos y creen, que lo que nos mueve a alejarnos es la envidia. Se miran unos a otros incrédulos, pero satisfechos, ya que en su mediocridad, creen que nosotros realmente anhelamos ser así y no tenemos capacidad o voluntad para conseguirlo. Ahí se quedan. Yo me desmarco. Me daría verdadera vergüenza que alguien creyera que yo soy igual.

23 de diciembre de 2010

...hoy aprendí...

...que no podemos decir todo lo que pensamos ya que por el camino de las palabras podemos herir la susceptibilidad de algunas personas, personas que nos importan realmente a diferencia de los destinatarios de nuestro verbo...

21 de diciembre de 2010

OSCURO SER

No quiero que salgas! No voy a dejarte salir!
Saliendo no arreglarás nada y por el contrario, podrías hacer que la percepción que yo tengo de mi cambie y yo, que ya tengo cierta edad, no te puedo permitir que lo hagas, por eso es que no te voy a permitir salir, aunque frunzas el ceño y desfigures la cara que contemplo en los espejos, aunque grites en mi cabeza y retumbes como un eco, no vas a salir, ahí te quedarás preso, en la celda de mi yo oculto, mi oscuro compañero.

17 de diciembre de 2010

su Y cida

Podemos fracasar en un intento de felicidad, darnos de bruces contra la realidad que se agazapa en las esquinas, mentir tranquilidad, falsear nuestra esperanza, pero nunca podremos dejar de ser nosotros y aveces, topamos con gente a lo que eso les agobia. 
No te mates, no tiene sentido, el suicidio es otra de las caras del fracaso.

16 de diciembre de 2010

VIVIR SIN ULCERAS

En ocasiones, tenemos en la punta de la lengua una serie de palabras prontas a salir cuando el destinatario de las mismas se planta frente a nosotros y nos mira con afán de oír, pero claro, hay verdades que no se pueden decir sin anestesia, porque, con más frecuencia de la que en realidad nos gustaría resulta que la verdad, tal como viene de fábrica, es decir, cruda como el más exquisito de los sushi, suele sentar mal, bastante mal, entonces solo nos quedan dos opciones, dar dosis de verdad a cuenta gotas y soportar en nuestro interior como las palabras cual ponzoña traicionera se ensañan con nuestras tripas, o la segunda y la que yo recomiendo, es vomitar la verdad a la cara del ser en cuestión, porque, es preferible perder un amigo a ganar una úlcera. 

7 de diciembre de 2010

Morir por algo

Dicen que podemos morir de amor,
de pena, risa, o tristeza.
Morir de aburrimiento. 
Podemos morir de hambre,
de angustia, de frío, de indiferencia,
pero siempre por una razón justificada,
lo que no podemos, no debemos,
es morir por nada.

Una idea

Una idea es igual a una semilla, la que sembramos y debemos cuidar y alimentar con los abonos pertinentes para poder convertirla en una realidad palpable.
(Sé que es un pensamiento que puede no aportar demasiado, o casi nada, pero tenía ganas de compartirlo.)