25 de febrero de 2015

Indolente

Hace tiempo no me pierdo en los senderos
de tus sombras absurdas,
ni recuerdo el sabor de tus besos, tu sexo, tus dudas.
Prisionero de un recuerdo especiado
que aún pago con creces.
Guardo cierto rencor oxidado solo en viernes y trece.

Soy consciente
de que esto no es amor
Inconsciente
amante del dolor.
Indolente
en la contradicción.

Son tus ojos
azules que habito en noches de tormenta,
el oxigeno del que respiro cuando todo me aterra.
En tus manos alcancé la caricia
que he soñado cien veces.
Cenicienta,  ni esa calabaza hará que no te sueñe.

Soy consciente
de que esto no es amor
Inconsciente
amante del dolor
Indolente
en la contradicción.

Soy sincero y me callo la boca
para no herir verdades
y levanto mi copa y brindo
por tus vanidades.
Soy la sombra perdida en tu adiós
de eso ya me lamento
en tus ojos azules hallé tu disfraz 
ibas vestida de cuervo.

Soy consciente
de que esto no es amor
Inconsciente
amante del dolor
Indolente
en la contradicción.



1 de febrero de 2015

Contrato.

El amor debería estar regulado, ya que no veo justo una entrega a borbotones a cambio de una respuesta deshidratada. Amar es dar y si damos es natural, es intrínseco al ser humano el esperar algo a cambio, nunca más, pero si al menos algo similar, aproximado a lo que damos. Me duele ver el reguero de sangre que voy dejando a cada paso, culpa de mi corazón manipulado y estrujado, culpa de mis malas elecciones, de mi devoción  por la entrega desbordada, de mi ingenuidad al creer que voy a recibir algo a cambio. A seis años para mis cincuenta, renuncio, rompo el contrato para con el amor y desde aquí, desde hoy, prefiero para mi la soledad a exponerme a otro latigazo en el alma. Gracias a todas las personas que lograron que llegue arrastrándome a esta decisión. Muchas gracias.-

30 de enero de 2015

...hoy aprendí...

...que nunca se está lo suficientemente fuerte a nivel mental y anímico para poder sobre llevar un engaño... que debo asumir la naturaleza intrínseca del ser humano, aunque con ello muera el último atisbo del niño inocente que fui...

12 de diciembre de 2014

EDITORIAL. 12/12/14

No me gusta cuando las cosas se terminan, uno queda desarticulado, es sacudido por una sensación de angustia, planteándose mil porqués, y llegas a la conclusión de siempre, lo que realmente jode, es el echo de que somos incapaces de comprender a la primera, que algo ya fue, que se acabó, no existe marcha atrás, por eso nos pasamos tiempo dándole vueltas a la cabeza, porque es menos doloroso intentar arreglarlo, que asumirlo.

1 de agosto de 2014

...hoy aprendí...

...que cuando se hacen malabares con los sentimientos ajenos... el único que se divierte es el malabarista, pero cuidado, sólo hasta que se queda sin público... depende de nosotros.