30 de diciembre de 2011

2012

Me contaron hace mucho mucho tiempo, que si uno tiene en cuenta todo el tiempo trascurrido hasta el día de su nacimiento y todo el tiempo que transcurrirá una vez haya muerto, la vida viene a ser algo así como un grano de arena en medio de todos los desiertos y es verdad. Por eso vale la pena vivir la escueta vida que nos brindan al cien por cien, sin dejarse nada atrás y cuando digo nada quiero decir nada, tanto lo bueno como lo malo, pero lo que nos agrada por encima, muy por encima de todo lo que nos disgusta, ya que estamos aquí para realizarnos como personas y en mis pocos años de existencia no he conocido a nadie que se sintiera realizado, por ejemplo, trabajando en lo que no le gusta, o posponiendo cosas eternamente. Desde que me descubrieron esta verdad, he intentado hacer lo mio y por mio quiero decir lo que me importa y soy feliz, no todo lo feliz que quisiera, pero si muy feliz, por eso mi único propósito para el nuevo año que ya empuja es seguir haciendo de mi, un ser humano pleno, satisfecho y orgulloso de vivir su grano de arena llamado vida a la máxima intensidad.
Felicidades para todos los granos de arena que me acompañan día a día en esta travesía hacia lo desconocido.

3 de diciembre de 2011

Sin artificios

Seré la eternidad
o el elixir que contiene el instante,
ya nadie me verá
cuando por fin las cornisas me abracen.
No quiero vuelta atrás
ni siquiera oír el eco roto
de tus lagrimas cuando me llamen.

No. Déjame ir, deja que me escape,
Es que por fin comprendí que solo somos carne.
Solo enferma carne.

La fiesta empezará
y el dolor de la ciudad que arde
me devolverá
al mar donde mi sangre se convertirá
en la espuma que beberás con hambre,
con despiadada hambre.

No. Déjame ir, a donde no haya nadie.
El dolor en mi ya no es artificial, es desgarrante.
Mi mente lo sabe.