Y la noche se fue cerniendo,
el alma oscura que la contiene
la fue tendiendo ante las puertas que pensé
y ya nada fue igual.
En el rincón de frío mármol
acometo a dentelladas
arañando hasta sangrar
intentando un escape,
no soy capaz, no soy tan fuerte.
Ella aguarda mi jugada
espera impasible
yo, ya no puedo pensar.
Hoy, en los perímetros de mi mente
ya todo es oscuridad,
el último bastión de luz ha caído,
y bailo entre los cadáveres
que se dieron por vencidos.
