2 de junio de 2009

La gran mentira

Capitulo II

Y llegás a tu nuevo destino con las maletas vacías, (nunca se tuvo mucho con qué llenarlas) y ves que el sol brilla con más fuerza y sonreís, ayer hacía frío y hoy, ¡cómo lo explico! el sol te abraza y te llena de ilusión, la gente es igual pero te miran diferente, no, no es eso, tienen algo distinto en la mirada, cuando te miran, notás la falta de angustia permanente, esa es la gran diferencia. Todo brilla por efecto del sol, las calles, los edificios, las palmeras, las flores, el mar... el mar, la última vez que lo vi tenía 25 años y ahora con 28 recién cumplidos me rodea, agua azul y cristalina por todos lados, esto promete.
Ya en la casa, mejor ubicada imposible, uno no sabe como y por donde empezar, lejos de sentirse acojido, comienza el desfile del "no", "no lo quites de ahí", "eso ahí no va", "eso no es nuestro" "eso no es tuyo" el corazón parece que se va a detener y tras unos segundos de incertidumbre lejos de detenese comienza a latir como quien se siente preso y a golpes quiere derrumbar las paredes de la celda, los ojos se inundan, las fuerzas flaquean y las dudas hacen su aparición triunfal.

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