Cultivé la semilla de la desobediencia,
quemé su fruto
y adormecí la razón.
Extraviado en mi cerebro
cerré los ojos por última vez
y llegaste tu,
envuelta en una bruma
de palabras habladas,
de silencios,
de tiempo
y al fin,
te supe mirar.
quemé su fruto
y adormecí la razón.
Extraviado en mi cerebro
cerré los ojos por última vez
y llegaste tu,
envuelta en una bruma
de palabras habladas,
de silencios,
de tiempo
y al fin,
te supe mirar.
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