27 de marzo de 2014

Mi circunstancia

Levitar entre lunas,
entre estados de inconsciencia,
dejarse llevar por la noche
y desvanecerse en lamentos.
El prisma mental
alimentado por sueños muertos
se retrae y crucifica
en un segundo en que las voces
alteraban los secretos.
No fui yo quien hablaba
y bastó un segundo,
una palabra asesina
para desatar al ser oscuro
que no me representa.
Pero aunque la vida no me alcance,
ni sean suficientes cien reencarnaciones de lágrimas,
pagaré lo que deba pagar,
ya que te lo debo
y haré de ti mi circunstancia.

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