27 de septiembre de 2009

EN VILO

Podemos reírnos de nosotros mismos, mostrar nuestra mejor cara y demostrar, que el buen humor, comienza en reconocer que tenemos fallos que causan gracia y los compartimos.
Hablar es fácil si somos intransigentes en nuestros comentarios y en los contenidos de nuestras charlas, somos afables y quienes nos rodean se pasan un buen rato en nuestra compañía, pero solo eso.
Ahora bien, si lo que decimos toma otro matiz y nuestras palabras ponen en vilo a quienes nos rodean, lo que bajo ningún concepto se puede hacer, es dejarlo correr como si lo que hubiésemos hecho es comentar el tiempo cálido que hace. Yo sé bien que no siempre se tienen ganas de retomar conversaciones dolorosas, pero bajo ningún concepto dejaría en ascuas a quienes involucro, pero claro, uno hace un poquito de balance y comprende que no está en predisposición de exigir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tu comentario aquí, gracias.