Dicen algunas bocas: "Soñar no cuesta nada", pero yo no estoy de acuerdo, soñar en este contexto implica involucrarse y siempre que uno se involucra, cuando despierta de esa ensoñación paga un precio, antes o después, todos, pagamos el precio del sueño que quiso ser y no pudo, aunque el precio a pagar sólo sea despertar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario aquí, gracias.