Hay aprendí que nos pasamos la vida de acá para allá, siempre a las carreras y con el tiempo justo para repostar cualquier cosa a la que llamamos comida.
Que somos irritablemente incorformistas y escépticos ante las cosas que nos llegan de los demás; no solo no apreciamos lo que tenemos, sino que tampoco apreciamos lo que nos dan y no hablo de cosas materiales, sería simple y burdo, rechazamos o menospreciamos sentimientos, hablo de abrazos, besos, consuelo, consejos... la lista es interminable y hoy después de tanto tiempo, no me siento fuerte para seguir escribiendo, así que, apuraré la moraleja.
Moraleja: "Somos estúpidos si actuamos así"
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