La cosa hoy no brilla como lo hacía hace años y eso que contamos con jugadores de primerisimo nivel. Yo, que tengo 38 años casi me cuesta recordar una clasificación para el mundial tan dificil como esta que nos va a tocar vivir el 5 de septiembre, todo a un partido y nada más y nada menos que contra la todo poderoza Brasil. No estoy tirando la tohalla, no suelo dar por perdido algo sin pelearlo hasta el final y los jugadores, de la mano de Dios, aunque el prefiere que le digan Diego, va a salir con la camiseta tatuada en la piel y van a darlo todo. Lamento estar tan lejos como para poder asistir. Pero pase lo que pase, el sentimiento no cambia, ni la euforia, ni el grito, que es mío y de de 40 millones más...
(((¡¡¡ VAMOS ARGENTINA, CARAJO !!!)))
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