...aveces me gustaría que la inspiración se pudiera fumar, o que fuera inyectable, intravenosa, o que habitara en el barrio rojo de alguna ciudad, para poder visitarla y tras previo pago del servicio, copulara con mi cerebro, nutriéndolo de historias, pero no, no es tan fácil, de serlo, todos seríamos fumetas, yonkis o puteros...
En el fondo, todos lo somos...
ResponderEliminarLa inspiración es esa señora a la que todos perseguimos porque no ha hecho caso en algún momento, pero habitualmente nos castiga con su desdén.
Un beso.
Leyendo tus cosillas consigo echarte menos de menos...