Sabes a limón, naranja, mandarina,
a camino, atajo, sendero,
a lluvia cayendo en la tierra viva,
a la humedad
de los unicornios de fuego.
Sabes a verdad,
toda limpia de inciertos,
sabes a la lágrima
llorada desde el recuerdo,
a infancia feliz,
a palabra dicha,
a mirada escrutadora,
a cielo abierto.
Sabes a todo lo que me rodea
y en cierto modo, por ti poseo.
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