Cenicienta de cartón,
tus zapatos en la noche
adormecen soledades.
Vives prisionera,
entre las cuatro paredes
de tu mente,
intentando dar respuesta
al por qué ya no está;
Y te derrumbas
sobre espejos empañados
imitando soluciones
tu, mujer de alma esotérica,
imposible predecir
el final de la película que te inventas.
Cenicienta,
es mentira que los principes
golpean a las puertas de las doncellas,
pero tu, ingénua,
noche a noche
gramo a gramo,
taconeando en el silencio
aún esperas.
Wow, que bueno!
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