Nada nos queda,
sólo la sensación de lo que fue
y ya no es,
de lo que hemos perdido.
Esta mañana
un ángel
se introdujo en mi tiempo,
dejé yo
que me besara su inmaculada luz,
luego me di a la fuga.
Poco tardó la vida en capturarme.
Al regresar,
una voz me dijo:
-Volverá a ser tuyo
el espacio sensitivo de los sueños-
Y comencé a volar.
sólo la sensación de lo que fue
y ya no es,
de lo que hemos perdido.
Esta mañana
un ángel
se introdujo en mi tiempo,
dejé yo
que me besara su inmaculada luz,
luego me di a la fuga.
Poco tardó la vida en capturarme.
Al regresar,
una voz me dijo:
-Volverá a ser tuyo
el espacio sensitivo de los sueños-
Y comencé a volar.
del libro: "No todas la palabras"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario aquí, gracias.