Saliendo no arreglarás nada y por el
contrario, podrías hacer que la percepción que yo tengo de mi cambie y yo, que
ya tengo cierta edad, no te puedo permitir que lo hagas, por eso es que no te
voy a permitir salir, aunque frunzas el ceño y desfigures la cara que
contemplo en los espejos, aunque grites en mi cabeza y retumbes como un eco, no
vas a salir, ahí te quedarás preso, en la celda de mi yo oculto, mi oscuro
compañero.
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