Cuando comenzamos a decir lo que realmente queremos decir, es muy probable que la gente de nuestro entorno pueda sentirse algo incómoda, ya que hay determinadas cosas que no nos gustan oír o simplemente no estamos preparados para oírlas. Es por eso y no por otro motivo que dejamos de decir lo que en verdad queremos decir y comenzamos a complacer al entorno con nuestros comentarios, pero, ahí entramos en conflicto, ya que los que comenzamos a sentirnos algo incómodo somos nosotros con nosotros mismos y con los nuestros.
Por eso, tras largos años de estudio y metidas de gamba, he llegado a la conclusión de que es mejor mantenerse al margen de determinadas tertulias. Digas o hagas, lo que digas o hagas, siempre, siempre, vas a salir con la mierda hasta el cuello.-
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