Nadie es perfecto en este mundo sin nombre.
Qué sabe quién que cosa,
si todo, lo inaudito, aún está por venir
y yo, que flaqueo a mis taitantos años,
doy por hecho lo intangible
dando cátedra de insultos.
No te poses en mis pensamientos
mala mujer,
¿quién te ha dado vela en este entierro?
desaparece, hazte humo, ¡a correr!
que yo por esto no me hundo.
Y dirás, la chulería aflora
y es verdad,
me amamantaron con leche de leona,
soy el sigilo, el depredador, el rey carroña
lo último que tus ojos verán
cuando yo decida
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