Hace tiempo no me pierdo en los senderos
de tus sombras absurdas,
ni recuerdo el sabor de tus besos, tu sexo, tus dudas.
Prisionero de un recuerdo especiado
que aún pago con creces.
Guardo cierto rencor oxidado solo en viernes y trece.
Soy consciente
de que esto no es amor
Inconsciente
amante del dolor.
Indolente
en la contradicción.
Son tus ojos
azules que habito en noches de tormenta,
el oxigeno del que respiro cuando todo me aterra.
En tus manos alcancé la caricia
que he soñado cien veces.
Cenicienta, ni esa calabaza hará que no te sueñe.
Soy consciente
de que esto no es amor
Inconsciente
amante del dolor
Indolente
en la contradicción.
Soy sincero y me callo la boca
para no herir verdades
y levanto mi copa y brindo
por tus vanidades.
Soy la sombra perdida en tu adiós
de eso ya me lamento
en tus ojos azules hallé tu disfraz
ibas vestida de cuervo.
Soy consciente
de que esto no es amor
Inconsciente
amante del dolor
Indolente
en la contradicción.